Continuación del Capítulo IV
En 1852, debido al aumento de la población y su fe religiosa, se inició la discusión para crea una nueva iglesia. A través de los años, la iglesia ha ido desarrollándose poco a poco y cabe destacar la labor que desempeñó el presbítero Horacio Morales, quien llevó a feliz termino la construcción de las ermitas de: Barrio Jesús, Birrí y San Juan; además el embellecimiento de las ermitas de: San Pedro y Santo Domingo y su obra cumbre lo constituyó la construcción de las torres del actual templo.
También se encuentra la Alcaldía, destacándose como primer Alcalde de Santa Bárbara don Florentino Cortés.
En la actualidad existe un Centro Infantil, creado con el fin de darle atención integral a los niños de escasos recursos económicos, que fundamentalmente por la incorporación de sus madres al trabajo deben contar con la vigilancia de alguien, de ahí que cumple una misión muy importante dentro de la sociedad barbareña.
En los últimos años con la creación de la Dirección Nacional de Desarrollo de la Comunidad, han proliferado asociaciones de desarrollo comunal en todos los distritos del Cantón.
Con respecto al Centro de Salud, nació por esfuerzo de un grupo de vecinos motivados por la necesidad de tener algunos servicios médicos al alcance del pueblo barbareño. Entre estos servicios, estaban los de un médico que asistía dos veces por semana, vacunación, control de la natalidad. Entre las gestiones que se hicieron para llevar a cabo la obra material, se realizaron una campaña de bloque y un turno cuyos fondos fueron destinados a la compra de materiales. La mano de obra fue puesta por los vecinos y la Municipalidad. Actualmente, se cuenta con el servicio de odontología y se está construyendo un edificio valorado en $ 3.500.000,00.
En cuanto a los clubes deportivos, Santa Bárbara se ha dado a conocer por la cantidad y calidad de futbolistas que han integrado hasta la Selección Nacional. En cada distrito existen asociaciones deportivas debidamente inscritas en la Federación Costarricense de Fútbol y así tenemos que en la mayoría de ellas cuentan con dos y hasta tres equipos. Es importante aclarar que actualmente poseen local propio la Asociación Deportiva Barbareña y la Asociación Deportiva Fraternidad de San Pedro. Además, se cuenta con las canchas de fútbol en distritos y caseríos, dando un total de diez canchas, lo que verifica el impulso del fútbol a nivel del Cantón. De esas canchas disfrutan de un moderno alumbrado cuatro de ellas.
Medios de comunicación:
Entre estos medios, nuestro Cantón posee el servicio de Correos y Telégrafos. Además una magnífica red telefónica, traída a inicios de la década de los setenta y la que hoy día ya no abastece las necesidades de este servicio.
Por otra parte, tiene Santa Bárbara comunicación a las ciudades de Heredia y Alajuela por dos magníficas carreteras. Internamente el Centro está dividido en cincuenta y tres cuadrantes, de los cuales solamente quince están pavimentados.
Acueductos:
En Santa Bárbara al igual que otras poblaciones rurales en el siglo XIX, los pobladores se abastecían de agua en las diferentes acequias y riachuelos que lo cruzan, con las consecuencias de contaminación que sufrían por la falta de pureza del líquido, ya que traían gran cantidad de desechos. A consecuencia de los problemas de salud, se hacía necesario la instalación de una cañería de agua potable, que había sido gestionada por los vecinos desde 1895, pero fue hasta el año de 1910 que con la ayuda del Presidente de la República, se empezó a construir zanjas para su instalación.
Sin embargo, no toda la población tenía los servicios, por lo que se instalaron tubos públicos. Es fácil determinar que por, inexperiencia en la construcción de los tanques, éstos un año después etaban en mal estado, por lo que se solicitó los servicios de un ingeniero de Obras Públicas para que dirigiera las reparaciones.
Ocho años después, el estado de la cañería era tan deficiente, que sólo los vecinos que habitaban la parte más baja recibían agua, motivo por el cual fueron reformadas las instalaciones.
El problema seguía, porque la real de distribución era destruida por el transitar de las carreteras, por lo que en 1926 se solicitó apoyo al Congreso para que autorizara un empréstito de $ 9.000,00, con el fin de cambiar en su totalidad la red de cañerías, y se hizo una nueva toma. No faltó quienes se opusieran a estas medidas, fundamentándose que a «la gente hay que enseñarla a cuidar lo que tiene».
En la actualidad el distrito primero cuenta con suficiente cantidad de agua ya que posee tres tomas, sin embargo el servicio lo consideramos deficiente por tener obstruida su red de distribución, que está ubicada hacia el centro de las carreteras a una profundidad cercana a los dos metros.
Después de que fue instalada la cañería en el distrito central, los vecinos de los demás distritos se vieron motivados a llevarla hasta ellos. Es así como el distrito de San Pedro logra ayuda para la adquisición de la tubería y ya en 1911, el jefe político decía que aunque faltaran algunos ramales para terminar la cañería del Centro, era de urgencia terminar la de San Pedro.
Pocos años después en los pueblos de San Juan y Barrio Jesús se instalaron las tuberías, quedando solamente la parte norte del Cantón sin agua potable. Hoy todos los distritos tienen su red de distribución de agua potable y gracias al esfuerzo de los pobladores, el avance de cañerías es continuo.
Electrificación:
En el año de 1896 fueron instalados ocho faroles en los alrededores de la plaza pública.
Fue hasta dieciocho años después que a través de la señora Piedades viuda de Mendiola, quien solicitara a la Municipalidad instalar una compañía de luz eléctrica aprovechando las aguas del río Porrosatí, se brindó luz eléctrica a los pueblos de San Juan y del centro.
Según nos narró don Antonio Ruiz Hidalgo, en el pueblo de Barrio Jesús se estrenó la corriente eléctrica en 1937.
Pérdida de las tradiciones campesinas:
La pérdida de tradiciones campesinas ha sido casi total.
Por tradiciones o costumbres campesinas entendemos aquellas noticias de cosas antiguas gue,,se. conservan de generación en generación y se comunican por relación sucesiva de padres a hijos.
Entre las tradiciones más importantes y que han llegado de noticia hasta nosotros, como recuerdo están:
La vida cotidiana:
Los barbareños en su mayoría eran mañaneros. Su monótona dieta se basaba en arroz, frijoles rojos o negros y tortillas, además de fuerte café negro con grandes cantidades de azúcar.
El desayuno y la cena eran livianos, el almuerzo pesado. Además, los barbareños tomaban refrescos o café en intervalos frecuentes. En la cocina se encendía la luz a las 5 a.m., a veces una o dos horas antes, ya que la esposa y los hijos mayores se levantaban temprano a preparar el desayuno y comenzar otras faenas domésticas.
Luego de ponerse un suéter y un vestido desteñido, la esposa encendía el fuego de leña para calentar agua. Con un moledor, ella y sus hijos preparaban un poco de maíz, previamente remojado con cal o ceniza para suavizarlo, cocinado la tarde anterior, para hacer las tortillas del día. Amasaban el maíz en una gran palangana y con las palmas de la mano o con una prensa de madera, moldeaban la masa en forma de tortillas redondas y las asaban en el comal con un poco de grasa. Luego amontonaban las tortillas y las envolvían en hojas de plátano «el papel del campo», para que no se secaran. En la actualidad, los que pueden pagar, prefieren las tortillas éompradas en la pulpería.