Pureza Ramos Corrales asegura ser barbareña de toda la vida, con sus 100 años de vida aún camina las calles de Santa Bárbara como una joven. Nos encontramos a Doña Purecita como le llaman en el Centro Diurno de Ancianos de Santa Bárbara de Heredia (Cendas) acompañada de sus compañeros del centro como diariamente lo suele hacer, y muy amablemente nos abre las puertas de su vida y su pasado para que nosotros seamos testigos de sus vivencias.
Nació en San Juan de Santa Bárbara y ha pasado toda su vida en el centro del cantón herediano afirma Pureza quien además nos cuenta que tiene 25 años de visitar Cendas y es la fundadora del centro en el cual comparte con sus amigos del cantón. “yo ayudé a fundar el centro diurno, iba a todas las reuniones para poder conseguir un terreno donde nos pudiéramos ubicar” explicó muy sonrientemente Purecita. Por su edad Pureza ha ido perdiendo un poco el escucha, por lo que en pocas palabras nos va explicando lo mucho que ha significado para ella Cendas.
Nos cuenta con alegría que fue la primera en poner una piedra en el terreno donde actualmente están las instalaciones de la institución y posteriormente afirma que fue rapidita la construcción. Con una sonrisa pura como su nombre nos comenta “van a tener que tirarme una bomba para sacarme de aquí”. Como toda una señora de campo se levanta a las seis de la mañana y se baña para estar lista a las ocho de la mañana cuando pasa la buseta de Cendas para recogerla. Cendas es mi hogar, aquí comparto con todas las personas que me quieren como si yo fuera de la familia hasta recibo la eucaristía aquí porque ya se me dificulta más asistir a misa.
Trabajó en el campo en todos los oficios, sembraba caña y cogía café. Cocinaba tortillas palmeadas y hacía café chorreado. Antes no se acostumbraba mucho a estudiar afirma Pureza yo solamente fui a la escuela unos días porque no era obligado ir, antes era muy poca la gente que era estudiada, más por las condiciones donde teníamos que trabajar desde muy pequeños.
Cuando estaba joven todo era muy distinto a como lo vemos hoy. Yo acostumbraba ir a misa y a ver los partidos al frente de la iglesia donde antes existía una plaza y esa era la mayor atracción en sus tiempos. Antes habían pocas cosas, solo contábamos con una pulpería para todos los que vivíamos en el centro de Santa Bárbara.
No recuerdo muchas cosas nos explica Purecita, pero todo era muy diferente, si recuerdo que de niña no tuve juguetes y me entretenía con cualquier cosa que me encontrara. Me siento muy tranquila con los cambios tecnológicos que han sido muy grandes para mí, simplemente llevo la vida como se me presente. De mis hermanos sólo quedé yo, tuve dos hijos que ya murieron también, ahora vivo von una nieta. “Mis nietos son muy especiales” exclamó con entusiasmo la fundadora de Cendas.
Entrevista realizada por: Krisly Arguedas Ramírez.
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